Los abogados en Burgos son personas que se dedican a mantener el orden y la justicia en las relaciones jurídicas derivadas de todo tipo de actos entre personas. Es una tarea muy noble, pero no es gratuita; ellos, como nosotros, trabajan para poder vivir procurando la mayor comodidad posible, de ahí que en ocasiones sean tan severos cuando se trata de sus honorarios.
Muchos les tildan de avaros, pero no hay nada de diferente entre el abogado que establece una cantidad de dinero justa por sus servicios y un trabajador que le exige a una empresa el pago de su remuneración. Por supuesto, hay casos en los que hay excesos evidentes, pero de estos debemos mantenernos alejados.
Ahora bien, cuentas claras conservan amistades y cuando de abogados se trata, es mejor tenerlo todo por escrito y establecer las reglas desde un principio, porque las confusiones, son las que generan los mayores conflictos derivados de los honorarios profesionales.
En este sentido, al hablar con el abogado no solo se enfoquen en la consulta del caso, pide que fije desde un principio el valor de su trabajo para saber si puedes contratarle o no y en el presupuesto determinen el alcance de su participación para que ambos se eviten sorpresas desagradables.
Otra recomendación, es evitar que los prejuicios que tenemos sobre ellos afecten nuestro criterio, ya que si estamos convencidos de que todos los abogados son víboras astutas que únicamente buscan estafarnos, jamás estaremos conformes con la cantidad de dinero que establezcan por los trámites que realizarán para nosotros y buscaremos cualquier motivo para rehusarnos a pagarle.
Así mismo, es conveniente hacer un primer contacto vía online. Los mejores abogados tienen una página web en la que permiten al público conocer cómo trabajan y tener una primera consulta gratuita, esta es la oportunidad indicada para despejar todas las dudas y evitar conflictos por este motivo.